martes, 19 de febrero de 2013

Héroes (Ήρωες)

En la mitología griega los héroes eran hijos de un dios y una mortal. Sólo así podían explicarse sus excepcionales cualidades que, no sólo incluían la fuerza física, sino otras muchas.
Hoy tendemos a pensar que casi no nos quedan más que los de los cómic. Tal vez en algunas ocasiones sea tristemente cierto, pero, por suerte, de vez en cuando aparece esa noticia que nos sorprende y nos reconcilia con nuestra humana condición.
En este caso me refiero a la del hombre que hace unas semanas saltó a las vías del metro a salvar a una mujer que cabía caído, parece ser que tras sufrir un desmayo. El metro ya entraba en la estación y la gente, nerviosa, corría de una lado para otro, gritaba... El no se lo pensó, abandonó los apuntes que estaba estudiando (el curso de ascenso a subinspector, que espero sinceramente que apruebe) y bajó a las vías. Corrió un buen trecho y logró poner a salvo a la mujer. 


Después nos enteramos de que era policía, que estaba fuera de servicio en esos momentos, que no era la primera vez que salvaba una vida... (parece que ya este verano había evitado que una niña se ahogase en Croacia).


Y supongo que todos nos preguntamos lo mismo. ¿Hubiera sido yo capaz de hacerlo? En la estación había mucha gente, pero solamente él se decidió. Y, la verdad, aunque nunca sabemos como vamos a reaccionar hasta que nos enfrentamos a la realidad, creo que yo no hubiera sido capaz. Me hubiera quedado mirando, horrorizada, bloqueada, esperando que apareciera alguien que hiciera lo que había que hacer. Un héroe. Los demás somos simples mortales. 
Una semana después se sabía que se le había concedido la medalla al mérito ciudadano "por su valentía y conducta ejemplar".

Ojalá que el tiempo y las circunstancias no lo cambien. Y ojalá que los demás nos contagiemos de él y de los héroes anónimos que, como él, se la juegan cada día por sus semejantes. Lo necesitamos. Entre tanta basura, necesitamos gente así. Hecha de otra pasta. Héroes.