Ya tengo los billetes para el avión. Vuelvo el 17. No lo puedo remediar, como en la canción: "...si tú me dices ven..."
Espero que esta vez las cosas estén más tranquilas ahora que la UE les ha reducido el 50% de la deuda y les ha dado un respiro, al menos en teoría. Porque la voz cantante la siguen llevando París y, sobre todo, Berlín, y éstos no dan puntada sin hilo. Y los demás nos limitamos a obedecer y bajar la cabeza como los niños cuando reciben una bronca de los mayores por hacer las cosas mal. Mamá Merkel y papá Sarkozy nos dicen cómo hay que hacer los deberes y, alternativamente, nos felicitan o nos echan la bronca. Y nosotros, los díscolos hijos de los países mediterráneos, aguantando lo que nos echen.
Mientras tanto, cada vez se ven más imágenes como ésta: una anciana con andar lento y cansado que ofrecía a los clientes de las terrazas de Plaka, en Atenas, bolsitas con hierbas: manzanilla, orégano...para sacarse un dinerillo extra que complete las míseras pensiones de 350€ con las que tienen que sobrevivir. Me llamó la atención el cariño y el respeto con que la trató el camarero, que la ofreció una bebida y le cambió la calderilla por algún billete. Por cierto, yo la compré orégano y es el mejor que he probado nunca.
Mientras tanto, cada vez se ven más imágenes como ésta: una anciana con andar lento y cansado que ofrecía a los clientes de las terrazas de Plaka, en Atenas, bolsitas con hierbas: manzanilla, orégano...para sacarse un dinerillo extra que complete las míseras pensiones de 350€ con las que tienen que sobrevivir. Me llamó la atención el cariño y el respeto con que la trató el camarero, que la ofreció una bebida y le cambió la calderilla por algún billete. Por cierto, yo la compré orégano y es el mejor que he probado nunca.
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