miércoles, 28 de junio de 2017

Vietnam: Hanoi de día

Hemos madrugado y a las ocho estábamos fuera. Primero hemos ido hasta el lago Tay o Ho Tay, que significa "lago del oeste" y que, con un perímetro de 17 kilómetros, es el mayor de Hanói. Allí hemos visitado la Pagoda Tran Quoc, la más antigua de la ciudad.




Se construyó en el siglo VI, durante el reinado del emperador Lý Nam Đế (desde 544 hasta 548). Originalmente estaba a las orillas del Río Rojo pero fue reubicada en el año 1615 en el islote Kim Ngu, en el lago Ho Tay. Tiene once pisos, tantos como estados budistas existen. En cada piso hay seis puertas custodiadas por estatuas de Amitabha.




En el recinto también adoran a las "Madres". Sus santuarios están en la parte delantera del patio. La Madre verde rige sobre las montañas y los bosques. La Madre blanca, sobre el agua. Y por último, la Madre Roja, sobre el cielo. Son diosas antiguas que han sido adoradas en Vietnam desde antes de Buda.



Desde aquí fuimos hasta el Mausoleo de Ho Chi Minh. Para mí es una visita prescindible. Es unos de los lugares más turísticos de Hanói y hay largas colas para acceder al interior del mausoleo, que alberga la momia del líder vietnamita. 



El gobierno decidió embalsamarlo pese a los deseos del propio Ho Chi Minh que quería ser incinerado. Y así su cadáver esta expuesto, como el de Lénin u otros líderes comunistas. Está prohibido pararse o hacer fotografías de la momia, así que la que he puesto la he sacado de internet.



Muy cerca del enorme mausoleo está el Palacio Presidencial, de la época colonial francesa y en el cual tenía su residencia el Gobernador de Indochina. Ho Chi Minh se negó a vivir en él porque le parecía demasiado ostentoso y se estableció, primero en las habitaciones de los sirvientes, y luego en la llamada Casa Zancuda, una pequeña casa de madera de dos plantas construida sobre pilares.



También muy cerca está la Pagoda del Pilar Único o Chua Mot Cot. Es un pequeño y antiguo templo budista cuya estructura se inspira en una flor de loto en medio de un pequeño lago artificial. La mandó edificar en el siglo XI el Emperador Lý Thái Tông para celebrar el nacimiento de su hijo. Hoy las parejas que desean tener hijos acuden a esta pagoda a llevar sus ofrendas, normalmente frutas, dulces o incienso.



Seguidamente fuimos al Museo de Etnológico de Hanói, un poco anticuado en el interior pero con una buena muestra de casas y construcciones tradicionales de las distintas tribus en el jardín exterior.




Al aire libre nos encontramos con las reproducciones de las viviendas de minorías étnicas que habitan, sobre todo, las tierras altas del norte de Vietnam. Así encontramos un conjunto de cinco casas Cham, una gran Casa Comunal Bahnar, la Casa Ede, la Tumba Giarai...






Es un agradable paseo que nos da una idea de cómo se vive en esas comunidades y que viene bien, sobre todo si, como en nuestro caso, no vamos a poder verlas en sus lugares originales.





Al salir hemos ido a comer a un restaurante situado en una antigua mansión francesa. Comida típica del país: rollitos de dos clases, carne, langostinos rebozados... Después de un buen descanso nos hemos puesto de nuevo en marcha.




Pero mientras esperábamos en la acera a que llegara el coche me he entretenido fotografiando el día a día en las calles de Hanói.





El Templo de la Literatura, Van Mieu, es  lo que más me ha gustado del día. Fue inaugurado en 1070 y sólo seis años después el rey Ly Nhan Tong creó aquí la primera universidad de Vietnam. Al principio era sólo para hijos de la realeza pero posteriormente pudo estudiar aquí todo aquel que acreditó méritos suficientes. Es uno de los orgullos del país e incluso su imagen aparece en los billetes de 100.000 dong.





Se compone de cinco patios a los que se accede atravesando el Gran Pórtico. Se avanza por un pasillo central hasta la Gran Puerta del Medio. En este segundo patio hay dos estanques, uno a cada lado del sendero que sigue recto hasta la puerta llamada Costelación de la Literatura o Khue Van Cac, un elegante pabellón de dos pisos cuya parte superior se adorna con una ventana circular en cada una de sus cuatro paredes, simbolizando al sol.




Pasamos al tercer patio, el Jardín de las Estelas, que tiene en el centro un gran estanque llamado pozo de la Claridad Celestial, ahora cerrado por obras. A los lados unos pabellones albergan tortugas y estelas con los nombres de todos aquellos que alcanzaron el grado de doctores.







A través de la Puerta del Gran Éxito llegamos al cuarto patio, el Patio de los Sabios, que tiene dos pabellones a los lados y de frente la Gran Casa de Ceremonias.





Por los lados, rodeando los pabellones, llegamos al quinto patio, el Khai Thanh, donde se encontraba el sepulcro de los padres de Confucio. Cierra el patio la Sala de Thai Hoc, museo y santuario con dos pisos.



Dejando el Templo de la Literatura vamos al Teatro de Marionetas Acuáticas, el Thang Long, cerca del lago Hoan Kiem, el que vimos ayer. Es un espectáculo muy antiguo en el que se representan leyendas con marionetas de madera lacada, movidas mediante cañas ocultas en el agua. Mientras dura la representación hay unos músicos tocando y unos cantantes hacen los diálogos. Es diferente y me gustó, pero el teatro está diseñado para los vietnamitas. Nosotros no cabíamos y resultaba bastante incómodo para las rodillas.




Por último un paseo en una bicicleta de esas que llevan un carrito delante. Ha estado muy bien el recorrido, pero aunque sea su medio de vida, no puedo evitar sentirme mal... Pasamos por delante de la Catedral de San José, neogótica de finales del siglo XIX y, después de dar una vuelta por las 36 Calles, nos ha llevado hasta el hotel.


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