martes, 10 de enero de 2012

Ver para creer

Supongo que la finalidad de hundir a un país es la de hacerse, a precio de saldo, con sus activos y empresas. Los estados empiezan a deshacerse de las empresas públicas para sanear las cuentas y cuatro listos muy bien informados, casi siempre de los círculos del poder, se quedan con ellas por unas migajas.

Siempre nos queda el campo, una huerta, las gallinas... como nuestros abuelos
Es el desmantelamiento del estado del bienestar, el todo vale y el tonto el último. Las diferencias entre los que más tienen y los que menos tienen se acentúan. Ya ha pasado en otros países, como en Rusia, que con la caída del comunismo vio como las grandes empresas estatales del petróleo, gas, etc. pasaban a manos de unos cuantos arribistas sin escrúpulos, mafiosos que manejan buenos contactos y que reparten favores...mientas el grueso de la población rusa cada vez se empobrecía más.

Nos parecía imposible que esto pudiera pasar aquí, en la civilizada Europa del bienestar, de los derechos, de la democracia. Y resulta que ahí mismo, en la cuna de la democracia, en Grecia, es dónde ha empezado todo. Y cada vez parece más posible que se extienda por Italia, España, Portugal... Quien sabe si Francia a pesar de Sarkozy. Ver para creer. Quien nos lo iba a decir hace pocos años, en plena burbuja inmobiliaria cuando nos creíamos lo más.

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