lunes, 30 de diciembre de 2013

Feliz Año Nuevo

Hoy he pasado el día con mis sobrinas porque su madre tenía que trabajar y ellas tenían vacaciones en el colegio. 
He ido a buscarlas a media mañana para hacer las últimas compras para la Nochevieja y el día de Año Nuevo en un hipermercado. Mientras estábamos allí decidiendo qué pavo coger, había unos chavales al lado. Sólo pude oír un par de frases de su conversación pero fueron suficientes. La chica preguntó: ¿que cojo? y el chico le contestó: lo más barato, que no tenemos ni un duro.


Tras pagar en caja fuimos a casa un momento a dejar la compra y salimos de nuevo. Mientras estábamos en el portal decidiendo adónde íbamos a comer, una mujer con una bolsa de la compra llegó a la puerta. Como vi que iba cargada la abrí. Ella me dio las gracias muy amablemente y se quedó mirando a las niñas. Después me dijo que iba a casa de una de las vecinas que la ayudaba con comida, pero que la vendría muy bien si yo tenía ropa que ya no necesitara para las niñas. Me quedé un poco cortada. Le contesté que no, que no eran mis niñas, que no tenía ropa suya en casa. Y me sentí fatal.


Después de comer hemos estado un rato jugando y las he llevado a su clase de ballet. En la academia estaba despidiéndose una joven de Europa del este que tenía a su niño de la mano. Cuando ya se ha ido me han contado que es una chica que está casada con un español y tienen un hijo, pero que, como ella no encuentra trabajo en España, han decidido que ella volverá a su país a casa de sus padres con el niño y él se quedará trabajando aquí hasta que se puedan arreglar las cosas.

Me ha venido a la cabeza la imagen de nuestro flamante presidente del gobierno (las minúsculas no son casualidad), con cara de satisfacción y contándonos lo bien que están haciendo todo y lo buenos gestores que son, y prometiéndonos que el año que viene va a ser el de la recuperación. Ha bajado el paro, claro, la gente se va a buscarse la vida a otros países. Exiliados forzosos que, con un poco de suerte, mañana cenarán con su familia y pasado... quién sabe. Mientras, los que nos quedamos vemos como día a día van eliminando nuestros derechos, como imponen su moralina farisea y cómo este país se hunde en la miseria económica y moral. 

Bonito fin de año. De verdad que deseo que el año que viene sea mejor. Para ello voy a juntar todo el poco optimismo que me queda. 

Feliz Año Nuevo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El optimismo no lo pierdas nunca! y disfruta de las pequeñas cosas. Te deseo mucha felicidad y salud para el 2014, que esté cargado de viajes extraordinarios aunque sean a 2 kilómetros de distancia y de cosas muy pequeñitas que hacen que la vida sea muy grande.
Un saludo, una sonrisa :-)
Te seguiré el año que viene
Un beso

Cdeiscar dijo...

Muchas gracias por tus buenos deseos. Ojalá que se cumplan para todos y feliz Año Nuevo para ti también.

Anónimo dijo...

¡Gracias! Así será ;-)