lunes, 29 de septiembre de 2014

Turquía: Estambul, mezquitas y bazares.


Ya estamos en Esmirna.
Por la mañana, en Estambul, después de desayunar algo mejor que ayer porque había menos gente en el comedor, hemos hecho una visita panorámica de la ciudad.


Nada de otro mundo, sin bajar del coche. Las murallas, el acueducto de Valente, que ya habíamos visto el primer día cuando llegamos del aeropuerto, el barrio de Pera, la torre Gálata, la plaza Taksim, el palacio Dolmabache y vuelta para terminar en la Mezquita de Eyüp Sultán.


Esta mezquita fue mandada construir por Memet el Conquistador en el lugar en que, supuestamente, murió Abu Ayyub al-Ansari, adalid de Mahoma, durante el primer asedio árabe de Costantinopla en el siglo VII. Su tumba es lugar de peregrinaje para los musulmanes y en el interior de la mezquita también se guardan algunas pertenencias del Profeta.


Para acceder a ella, no sé porqué, teníamos que cruzar por un aparcamiento en el que había instalado un corral provisional con corderos, supongo que preparados para la fiesta del Cordero que creo que es el domingo que viene. Apestaba.


Era un olor insoportable, creo que ni siquiera en las curtidurías de Fez olía tan mal. No sé el tiempo que llevarían allí encerrados sin limpiar la basura.



La mezquita está rodeada por el Cementerio de Eyüp, que se extiende por las laderas de la montaña a la que después hemos accedido por un teleférico.


Arriba hay un mirador y el Café de Pierre Loti, un oficial de la armada francesa que, en el siglo XIX, se enamoró de una mujer turca que estaba casada y se quedó aquí a escribir una novela sobre su aventura, Azíyade. Las vistas del Cuerno de Oro son preciosas pero teníamos el sol de frente.


Hemos bajado hasta el puente Gálata y nos hemos quedado viendo la Mezquita Nueva, que de nueva no tiene nada ya que se empezó a construir a finales del siglo XVI por orden de Safiye, madre del sultán Mehmet III y fue terminada por mandato de otra mujer, Turhan Hadice, madre del sultán Mehmet IV.


Su interior me ha recordado mucho al de la Mezquita Azul, la bóveda es similar y la decoración también se ha realizado con azulejos de Iznik en colores verdes, azules y blancos.
El complejo de la mezquita lo formaban, además, un hospital, una escuela, baños, fuentes y un mercado, el Bazar Egipcio o de las Especias.



Este bazar es el segundo más famoso de Estambul, por detrás del Gran Bazar, y no es muy grande. Sus ganancias ayudaban a mantener a la Mezquita Nueva y se especializó en especias y productos orientales aprovechando el emplazamiento de Estambul en la Ruta de la Seda. Tiene forma de L  y sus avispados vendedores hablan cualquier idioma con tal de hacer negocio. Compramos unos dulces y unas frutas escarchadas muy buenas.


Después hemos ido a la cercana Mezquita de Rüstem Pachá, construida por el arquitecto Sinán para el yerno y Gran Visir de Solimán el Magnífico. Se accede a ella por una escalera que está escondida en medio de callejuelas llenas de tiendas de todo tipo y de puestos de comida.


Hemos llegado a la hora de la oración y estaba cerrada pero nos hemos sentado a esperar tranquilamente al fresco. Los azulejos con que está decorada pasan por ser los más bonitos de la ciudad.



Para volver al hotel hemos cogido el tranvía en la parada de Eminonu. Creíamos que no podíamos entrar. Desde luego en el primer vagón que lo hemos intentado ha sido imposible. Después, en uno de los últimos, hemos conseguido meternos pero hemos ido como sardinas en lata. Impresionante, ni en el metro de Tokio me he visto así. Que agobio hasta la parada del hotel.


Cuando hemos llegado a por la maleta, y a pesar de que era pronto, ya estaban esperándonos para llevarnos al aeropuerto a coger el vuelo para Esmirna, que no ha durado ni una hora. Ningún problema, porque ya había hecho el check in online e imprimido el billete en España. A la llegada estaba esperándonos un chófer que nos ha llevado al hotel.

Hemos dudado si salir a dar una vuelta, pero hay que poner el despertador a las seis. Así que nos vamos a ir de Esmirna sin conocer más que el hotel. 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No llovió! no llevarías las botas! ;-)))
Qué geometría tan perfecta en las mezquitas!
El Café de Pierre Loti (Pedro Lote :-)))) que lugar más estupendo para tomarse algo en su terraza! y el bazar de las especias y las frutas...
Buenas noches :-)

Anónimo dijo...

...me caigo de sueño.

Anónimo dijo...

zzzZZZ

Cdeiscar dijo...

Bueno, descansa. De seguro vas a soñar con mezquitas de grandes cúpulas, bazares exoticos e intrigas entre las favoritas del sultán...

Anónimo dijo...

Pues si que te acuestas tarde! has escrito a la 1:16!!
...Pues sí, soy una soñadora...
:-)*