La Malvarrosa es la playa más famosa de Valencia y hoy hemos pasado la mañana allí. Había poca gente pero se estaba genial tomando unas cañas en un chiringuito y a la sombra, por supuesto. Había unos cuantos guiris al sol colorados como cangrejos. Lo malo es que estaban con niños y las pobres criaturas estaban igual. Bueno, ellos verán...
A comer hemos ido a El Palmar, en La Albufera. Pensamos que lo mejor era dejar el coche en el garaje e ir en bus pero no se si hemos acertado. En primer lugar, no nos avisaron de que el autobús, el 25, en realidad son dos, uno va hacia el Palmar y otro a el Perellonet. Y claro, nos hemos equivocado. El conductor ha sido muy amable y a la vuelta nos ha dejado en el cruce para coger el autobús correcto. Pero como nos dijo que había poco más de un kilómetro hasta el pueblo nos pusimos a andar... Y andar... Y resulta que no era uno sino tres y medio. Así que hemos llegado a las cuatro al restaurante y con un hambre y una sed...
La suerte es que a pesar de lo tarde que era nos han dado de comer y nos han dicho que hemos tenido suerte, que si hubiéramos llegado antes lo tenían lleno. Comimos genial, todo muy rico y en cantidades industriales y por sólo 20 € por persona. Unos entrantes, un arroz a banda para chuparse los dedos y un surtido de postres. Como caigamos a la Albufera vamos al fondo como piedras. Ay, que bien se come en España.
Nos han recomendado a una gente que hace excursiones en barca por la Albufera y allá que hemos ido. El paseo en barca dura algo más de media hora y entre los cañaverales puedes observar diversas especies de patos. Y la puesta de sol. Bueno, nos han faltado diez minutos pero aún así estaba precioso.
La Albufera es Parque Nacional y uno de los lagos más importantes de España, de gran interés ecológico por la cantidad de aves que pasan aquí el invierno, algunas de las cuales pudimos ver en nuestro paseo.
Además del paseo tienen una barraca que se puede visitar y que está amueblada con enseres de época. Y hay gallinas, conejos, cerdos y una burra con su burrito que es como un peluche grande.
Hemos vuelto en el 25 hasta el centro de Valencia. Pero nos ha tocado esperar un montón porque la frecuencia es mínima. Hubiera sido mejor llevar el coche.
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