Así que, al menos a primera vista, todo sigue igual.
Los griegos protestan por los despidos masivos de funcionarios (16.000 empleados públicos pasarán a la "reserva" o serán jubilados forzosos esta semana y otros 15.000 trabajadores de empresas estatales lo harán antes del 1 de enero), reducción de salarios de hasta el 40%, aumento de impuestos, la liberalización de profesiones hasta ahora reguladas por cuotas (¿alguien recuerda la huelga de taxistas este verano?) paro...
Todo ello después de que esta semana el Gobierno y los partidos que lo forman y lo apoyan (socialistas, conservadores y la ultraderecha, no están los comunistas) se comprometieran a cumplir con las medidas de austeridad exigidas en Bruselas en el acuerdo de octubre y el Eurogrupo decidiera desbloquear el sexto tramo (8.000 millones de euros ) del primer paquete de ayuda, acordado en mayo del 2010, y que es indispensable para pagar sueldos y pensiones en diciembre.
Cordón policial ante el Parlamento |
Visto cómo están las cosas, sólo cabe esperar para hoy que las manifestaciones que están convocadas en las principales ciudades se desarrollen sin incidentes y que los grupos violentos incontrolados no arremetan contra todo y todos.
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