martes, 9 de febrero de 2016

Despedida de Sevilla e Itálica

El último día en Sevilla. En realidad la última mañana. Hicimos la maleta y pedimos en recepción que nos la guardasen unas horas. Queríamos visitar antes de irnos otro de los famosos palacios sevillanos.


La principal característica del Palacio de Lebrija son sus más de 580 metros cuadrados de mosaicos romanos que decoran sus suelos y paredes.


Aunque el Palacio data del siglo XVI y fue remodelado en el siglo XIX, su principal transformación la lleva a cabo la Condesa de Lebrija, qué compró el palacio en 1901. Doña Regla Manjón y Mergelina lo va reconstruyendo hasta el año 1914.


En estos trece años adquiere antiguos mosaicos de colecciones privadas y tiene la suerte de encontrar algunos en terrenos de su propiedad.


El Palacio es una típica casa señorial sevillana, organizada en torno a un gran patio central y un jardín interior. Las estancias se encuentran ricamente decoradas con estatuas romanas, griegas y persas, muebles Luis XVI, cerámica etrusca, vasijas, joyas... Destaca la hermosa escalera de tres tramos decorada con azulejos mandada construir por la Condesa.


Dejamos Sevilla, pero antes de volver a casa quisimos visitar las ruinas de la ciudad romana de Itálica, en Santiponce. La entrada al conjunto arqueológico es gratuita para ciudadanos de la UE y pueden visitarse el anfiteatro y las ruinas de muchas casas, sus calles, termas... El teatro se encuentra separado, dentro del casco de Santiponce.


Itálica fue la primera ciudad romana fundada en Hispania. El general Publio Cornelio Escipión "El Africano" estableció en un poblado turdetano a los soldados heridos tras ganar la batalla de Ilipa (Alcalá del Río), en el 206 antes de Cristo, en plena guerra contra los cartagineses. Como puesto militar en una zona de alto valor estratégico y comercial para los romanos, fue fundamental en la ribera del Guadalquivir.



En Itálica nació Marco Tulio Marco Ulpio Trajano en el año 53 después de Cristo. Fue el primer emperador procedente de una provincia romana y con el que el Imperio alcanza su época de máximo esplendor.



Su sucesor, Publio Elio Adriano, nacido en el 76 después de Cristo pasó su juventud en Itálica y tras su nombramiento como emperador la ciudad fue ampliada y alcanzó el estatuto de colonia, lo que la equiparaba a la metrópoli, Roma.



La ciudad tenia dos partes: la vetus urbs, fundada por Escipión y que se encuentra bajo el casco urbano de Santiponce, y la nova urbs, que corresponde a la ampliación realizada por Adriano y que es donde se encuentra el recinto arqueológico, con una gran parte sin escavar.



El Anfiteatro, construido en época de Adriano, era uno de los mayores del Imperio, con capacidad para 25.000 espectadores. De su graderío sólo de conservan los dos niveles inferiores. El superior ha desaparecido, en parte para construir un dique en el Guadalquivir en el año 1740.



Son curiosas unas lápidas votivas que se encuentran a la entrada del anfiteatro dedicadas a Némesis, diosa de la justicia y la venganza venerada como patrona por los gladiadores, y Dea Caelestis, en las que se representan varios pares de pies que se interpretan como signos de la presencia del autor de los votos y de la divinidad.

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