viernes, 24 de junio de 2016

Londres 1

Después  del accidentado viaje de ayer, con cuatro horas de retraso en el vuelo por la huelga de controladores franceses y por un "fallo técnico", (nos compensaron con una tarjeta de 4,5€ por persona a gastar en alguna conocida franquicia americana, todo un detallazo, vamos que con eso da para poco más que la bebida), y de que a nuestra llegada el transporte en Londres estuviera sumido en el caos a causa de las fuertes lluvias, lo que hizo que tardáramos un montón en llegar a nuestro alojamiento, ha sido una suerte que hoy haya amanecido soleado y haya seguido así el resto del día.


Por eso hemos aprovechado para "rodar exteriores". Lo primero ha sido llegar a la estación de metro de Westminster. Justo al salir teníamos enfrente el Big Ben, el reloj de cuatro caras más grande del mundo, llamado así por la enorme campana que da las horas.


Cruzamos la calle hasta el puente. Y llegamos al London Eye o Millennium Wheel, la enorme noria construida en 2000 para celebrar el milenio.


Y que a primera hora ya registraba sus primeras colas. Y eso que hoy es viernes. Media hora para el ticket y otro tanto para subir a la atracción. Podía pagarse más aún (34,95£) por la "fast track", pero ya me parecieron bastante las 24,95£ que pagamos. Casi 31€ a día de hoy. Porque hoy nos hemos despertado con la noticia de que Reino Unido ha votado a favor del "brexit" y dejar la Unión Europea, por lo que se vaticina una fuerte caída de la tarde libra y las bolsas... Pero esa es otra historia.


La noria gira muy despacio, dicen que la vuelta dura 30' pero no se... Yo creo que ha tardado menos. Se sube y se baja en marcha, no para y las vistas son muy bonitas si se dan las condiciones meteorológicas adecuadas.



Como hoy. Aun así fotografiar desde dentro de la capsula no es muy sencillo, hay que evitar los reflejos, los empujones... Personalmente creo que merece la pena si no has subido nunca, pero es demasiado caro y se hace demasiada cola para lo que realmente es.


Al bajar seguimos paseando por la orilla sur del Támesis, el Southbank, lleno de terrazas, bares... hasta el Millenniun Bridge, una pasarela peatonal que une la Catedral de San Pablo y la City con  la orilla sur del Támesis, el Southwark, donde destaca la Tate Modern.


Es el museo de arte contemporáneo mas visitado del mundo y se encuentra ubicado en lo que fue una antigua central eléctrica. Y es gratuito.



No hemos invertido demasiado tiempo porque queríamos aprovechar que seguía haciendo bueno, pero si que hemos visto unas cuantas salas con obras de Picasso, Juan Gris, Warhol...



Y después subimos al piso décimo, donde se encuentra un mirador con una impresionante panorámica del entorno, la catedral de San Pablo, los rascacielos de la City y Cannary Warff o el Shard que es el mayor rascacielos de Europa.




De nuevo en la calle, tras cruzar bajo el Millenniun Bridge llegamos al Shakespeare's Globe, el teatro de Shakespeare reconstruido en 1997 respetando la forma que tenía cuando se ordenó su demolición en 1644.



Embarcamos en el cercano muelle (Bankside Pier) en uno de los ferris que navegan el río hasta Greenwich. Uno de los rápidos porque tampoco es cuestión de pasar toda la mañana y y da tiempo de sobra para ver todo el entorno del río. Pagamos también con la Oyster, como el metro y los autobuses.





Pasamos por debajo del London Bridge y del Tower Bridge.  La Torre de Londres se ve muy bien desde el río. Pudimos ver el barco HSM Belfast, un buque de guerra que se construyó poco antes de la Segunda Guerra Mundial y que forma parte del Imperial War Museum.






Seguimos por toda el área de los Docklands, los antiguos muelles de Londres. Hoy una gran parte de esta zona se ha convertido zona residencial o de oficinas. Destaca, sobre todo, la zona de Canary Wharf en Isle of Dogs, un gran complejo de edificios de oficinas y zona de negocios con algunas de las torres más altas de Reino Unido.





Bajamos en Greenwich Pier y lo primero que vimos fue el imponente Cutty Sark, un precioso clipper del siglo XIX que transportaba té entre China y Londres y que fue el velero más veloz en su época.



Pasamos por Greenwich Market y compramos unas bebidas y unos sándwiches que comimos sentados en la hierba en Greenwich Park. Estaba lleno de gente comiendo, jugando al fútbol, charlando o descansando sobre el césped.



Después de comer y descansar algo subimos la cuesta que lleva al Observatorio, desde donde se obtiene una de las mejores vistas de la ciudad, sobre todo del distrito financiero de Canary Wharf.




Hay que pagar entrada en el Observatorio. Pero si lo único que se quiere es no entretenerse mucho y hacerse una foto sobre el meridiano es posible hacerla un poco más abajo.


Adosada a la pared del patio hay una verja que permite acceder libremente a otro lugar en el que también está marcado el meridiano de Greenwich, que divide la Tierra en dos hemisferios: este y oeste.


Al salir del parque paramos a tomar un café en un lugar con una decoración que me encantó. Y esta vez volvimos en el DLR hasta la estación de Canary Wharf y cambiamos a la línea de metro hasta Green Park.



Seguimos por Piccadilly, una de las calles más importantes de Londres. En ella se encuentran la Royal Academy of Arts, el hotel Ritz o las librerías Hatchards y Waterstones.


Entramos en Fortnum&Mason, unos grandes almacenes con 300 años de antigüedad dedicados sobre todo a la alimentación, con una cuidadísima decoración y con una gran variedad de productos muy british para hacer un bonito regalo.



Llegamos hasta Piccadilly Circus, en el corazón del West End y conocida por sus grandes carteles de neón y por la estatua de Eros, la primera en hacerse de aluminio y sobre una fuente de bronce.



Dimos un paseo por Soho, zona de ocio y entretenimiento famosa por su vida nocturna: restaurantes, pubs, cafeterías que abren toda la noche... Al sur de Soho está Chinatown, en los alrededores de Gerrard Street. Allí la mayor parte de los negocios son chinos: restaurantes, supermercados, tiendas de recuerdos o de masajes y acupuntura.




Neal's Yard es una pequeña placita en la zona de Coven Garden, un lugar muy colorido al que se accede a través de callejones no siempre fáciles de encontrar. Tiene cafeterías y tiendas de productos naturales y recuerda lo que hace cientos de años debió ser Londres.



Y, finalmente, Coven Garden. Un barrio con mucho encanto, con actuaciones en las calles, muchas de ellas peatonales. Los artistas que hemos visto hoy son todos realmente buenos y amenizan un montón la ya de por si animada zona.



Los tres pabellones cubiertos que alojan el Coven Garden Market son de principios del siglo XIX y en ellos hay tiendas de moda, artesanía, restaurantes o bares. Un lugar estupendo para cenar o tomar algo ligero en un entorno diferente.



Y ya desde aquí cogimos el metro. Para ser el primer día no había estado mal... ¡Si nos descuidamos no dejamos nada para el resto!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para ser el primer día no había estado mal...

Quiero el segundo día!!!!! ;-)))

Cdeiscar dijo...

Tardará unos días. Se me han complicado un poco las cosas en los últimos días. Pero todo llegará... ;)