Europeos del sur

Es en Grecia, en una calle de Atenas, pero podría ser una calle cualquiera de una ciudad española cualquiera.

Dignidad

Esta mañana, aprovechando que había un sol espléndido que invitaba a pasear, he salido a dar una vuelta. Los sitios habituales, Placa, Thisio, Filopapo... 

A la vuelta he pasado por Sintagma, he visto el cambio de guardia en el Parlamento y me he sentado un rato en los jardines. Me ha llamado la atención que mucha gente se paraba en un determinado punto, ante un gran árbol y me he acercado. de pronto he comprendido lo que pasaba y me ha venido a la memoria la noticia, hace unos días, del suicidio de un anciano ante el Parlamento de Atenas. El árbol junto al que se disparó la semana pasada Dimitris Jristulas aparece cubierto de flores y notas manuscritas y la gente acude allí a rezar, a dejar flores o notas de solidaridad, rabia o protesta. 

El farmacéutico jubilado dejó una nota manuscrita:

"Dado que no tengo una edad que me permita responder activamente (aunque sería el primero en seguir a alguien que tomase un Kalashnikov), no encuentro otro modo de reaccionar que poner un fin decente a mi vida, antes que tener que comenzar a rebuscar en la basura para encontrar comida"

Ya que no le dejaron vivir dignamente, eligió morir dignamente.

Sábado Santo en Atenas

El tema de la cena al final se solucionó, no sin algún que otro percance. Parece que uno de los mayores problemas era que los alimentos llevaran aceite, no se muy bien porqué, así que se salvó la situación comiendo a la brasa y con un aliño de limón y orégano. Como estaba todo muy bueno (pedimos soublaki de pollo y unos calamares) pues todos tan contentos.

Cuando salimos, al caer la noche, la gente abarrotaba las iglesias y se desparramaba fuera, por la calle, dejando oír los cánticos ortodoxos. Bueno, tampoco es muy difícil eso de no caber dentro porque, por su tamaño, la mayor parte de las iglesias aquí difícilmente alcanzarían a denominarse más que capillitas en España. Vamos que con poco más de una docena de personas se llenan. Luego nos cruzamos con una pequeña procesión. La gente cantaba y portaban velas. A mi me recordó a las que había en el pueblo cuando yo era pequeña e iba con mi padre o con mi abuelo. Nada que ver con el macroespectáculo de las procesiones de Semana Santa en las ciudades españolas.

Hoy, después de cenar me he quedado sola, viendo en la tele el canal internacional de TVE, porque a alguien le ha tocado pasar toda la noche trabajando. Para celebrar la Pascua. Es increíble.

....................

Curioso, acaban de decir en las noticias que el rey ha tenido que ser intervenido de urgencia en Madrid de una fractura de cadera que se ha hecho cuando se hallaba de caza en Botswana... No han dicho ni pío de la reina, que está en Atenas, ni de su ausencia en la clínica madrileña dónde se recupera su marido... Va a ser verdad eso de que estos dos no hacen mucha vida en común. ¿Con quién estaría el rey de vacaciones?.

....................

Lo han confirmado en las noticias, al reina en viaje privado a Grecia para celebrar la pascua ortodoxa con su familia. Y el rey de cacería...

¡Otra vez Semana Santa!

Curiosos estos griegos. 

Resulta que hoy es Viernes Santo, una semana más tarde que los católicos. Pero no sólo eso, sino que observan ayuno absoluto hoy y mañana (supongo que hasta la resurrección) y que estos días aprovechan para visitar los cementerios. 

Huevos de pascua en una pastelería de Atenas

Hasta que no veo estas cosas no me doy cuenta de lo diferentes que somos en realidad. Y lo peor es que mi griego ya me ha dicho que piensa cumplir con ello, con el ayuno y con la preceptiva visita al cementerio. Yo ya le he dicho que a cenar vamos juntos y, si quiere, que me mire, que yo no soy ni ortodoxa ni religiosa. Es que me parece una pasada. Como los musulmanes con el Ramadán, sólo que ésto no te lo esperas en lo que yo creía una sociedad más moderna y "europea". Así que, sintiéndolo mucho y como yo, después de todo el día viajando, estoy muerta de hambre, pues pienso salir a un restaurante. 

En el avión, que ha salido sin ningún problema a pesar de la huelga, venía la reina de España. Que yo sepa nunca habíamos coincidido, y eso que las dos venimos bastante a este país. Y me ha debido dar suerte porque mi griego ha venido a buscarme al aeropuerto (aunque después se ha vuelto a trabajar). 

Así que estoy en la habitación, con un hambre canina, esperando a la cena... ya veremos cómo salimos de ésta.(Por cierto, abstinencia sexual parece que no tiene que observar, menos mal, jajaja)

Semana Santa y penitencia.

Esta Semana Santa ha sido rara. El clima se ha vuelto loco y hemos tenido de todo, sol, viento, lluvia...y nieve. Si, nieve, en Valladolid (por si alguien no lo sabe aquí ver nieve es una auténtica rareza incluso en pleno invierno). Cuando el Viernes santo levanté la persiana de mi dormitorio no me lo podía creer. El césped y los árboles estaban blancos. Me quedé mirando alucinada y luego hice lo que la mayor parte de los vallisoletanos ese día, fotografiar el evento: nieve en abril. 

Pero el domingo ya volvíamos a estar de manga corta, un sol espléndido invitaba al paseo y a las terrazas. 

Aparte del clima he tenido otras preocupaciones, por ejemplo la dichosa huelga de los pilotos de Iberia. Toda la semana pendiente de que publicaran los mínimos del día 13 y por fin la buena noticia: mi vuelo no había sido cancelado. Ya veremos si no hay retrasos y jaleos en el aeropuerto, pero por lo menos, y por ahora (que tampoco me fío mucho) podré llegar a Atenas el día y en la hora previstas. 

Y supongo que estos señores tendrán sus buenas razones para hacer lo que hacen (huelga todos los lunes y viernes de abril a finales de julio) pero me queda la sensación de que siguen viviendo en las nubes y nunca mejor dicho. Tienen sueldos diez veces mayores que la mayoría de los españoles, incluyendo los universitarios, horarios de trabajo que dan envidia (si, es verdad que los usuarios preferimos que estén tranquilitos y descansados, pero...) y privilegios que todos quisiéramos para nosotros y nuestras familias, y aún así, con una periodicidad matemática nos montan el numerito al común de los mortales que no tenemos más remedio que coger un avión en determinadas fechas y que pagamos religiosamente unos billetes que nos den derecho a cuatro horas de vuelo, encajados entre los asientos y con una comida que en circunstancias normales echaríamos al perro.
Eso por no hablar del previo, esos controles en los que te hacen descalzarte, quitarte el cinto, la chaqueta, el pañuelo, dejar cualquier envase mayor de 100cl y en los que además te someten al cotidiano sobeteo, con los brazos en cruz y las piernas separadas como si de un delincuente se tratara. 

Pero no hay otra opción. No podemos ir en nuestro coche, ni en un tren rápido, ni en barco a pasar un fin de semana  o cuatro días a 3.000 km de distancia. Así que paciencia, relajación y a poner velitas al santo de turno para que no nos toque a nosotros. 

Amanecer en el egeo

Amanecer en Porto Rafti

Al fin

Al fin he terminado las mañanas. Siete días seguidos durmiendo una media de cinco o seis horas puede conmigo. Siempre termino cansada, dolorida, malhumorada... Y eso que esta vez lo he llevado algo mejor. A pesar de empezar el primer día con la huelga general y del desbarajuste que hay por las mañanas. Aún así hoy soy feliz porque mañana no tengo que madrugar. 

Además han salido los servicios mínimos para la huelga que los pilotos de Iberia han convocado para el día 13 y, salvo sorpresas de última hora, no me cancelan ningún vuelo. 

Y es que justo el día antes de que estos señores anunciaran su enésima huelga (para todos los lunes y viernes de abril a julio, ni más ni menos) yo compré los billetes para volver a Atenas, del 13 al 17 de abril. Y claro, cuando compro los billetes de avión ya compro los del AVE y hago las reservas de hotel...

Bueno, que ya tengo ganas de ir (no escarmiento nunca) y de ver a mi grandullón, aunque no podamos estar juntos todo el tiempo que me gustaría. Hay que disfrutar lo que se pueda, que para penas ya tenemos bastante.

Además Grecia también me tiene enamorada y a ella la puedo disfrutar todo el día...

Hoy las dos fotos son del norte, del   lago de Ioánina, en la región de Epiro. Una zona preciosa, dominada por las montañas del Pindo y con una naturaleza y una historia espectaculares.