Hoy por la mañana vamos a ver Casablanca y por la tarde, después de comer, marcharemos para Rabat dónde haremos noche.
Tras desayunar en el hotel hemos conocido al guía y al resto del grupo: diez italianos y dos chicos españoles. Al principio no me lo podía creer. Después, cuando he visto que esto iba ser así y que no se trataba de un error me ha entrado la risa. Es de película.
El guía va contando las cosas en los dos idiomas. La verdad es que el tío parece majo, pero por grupos raros que haya visto a lo largo de mis viajes esto, un grupo mixto, de dos países diferentes, nunca.
Tras desayunar en el hotel hemos conocido al guía y al resto del grupo: diez italianos y dos chicos españoles. Al principio no me lo podía creer. Después, cuando he visto que esto iba ser así y que no se trataba de un error me ha entrado la risa. Es de película.
El guía va contando las cosas en los dos idiomas. La verdad es que el tío parece majo, pero por grupos raros que haya visto a lo largo de mis viajes esto, un grupo mixto, de dos países diferentes, nunca.
Los chicos españoles son de Murcia y parecen muy agradables. El resto del grupo... Variado.
En Casablanca lo primero que hemos visitado a sido la plaza de Mohamed V. Lo único destacar allí era la presencia de los aguadores vestidos con trajes típicos y que te ofrecen agua en un vaso de latón y de un pellejo de cuero.
Después hemos dado un paseo por la medina. No tiene nada de otro mundo, alguna reja bonita, alguna puerta llamativa y poco más. Se encuentra bastante descuidada.
Por último nos han llevado hasta la Mezquita de Hassan II. Es una obra espectacular, faraónica y desmesurada, pero parece que ellos están muy orgullosos de ella. A mí, aún reconociendo que es una pasada, me parece fuera de lugar en el mundo actual.
Es el templo más alto del mundo, ya que su alminar alcanza casi los doscientos metros de altura, y el segundo más grande después de La Meca, ya que en su sala de oración pueden reunirse hasta 25.000 personas.
Empezó a construirse en 1985 y se finalizó ocho años más tarde, llegando a trabajar en ella unos 35.000 artesanos marroquíes, utilizando todas las técnicas decorativas tradicionales. Además tiene una sala de abluciones con cuarenta y una fuentes, dos hammanes...
Es el templo más alto del mundo, ya que su alminar alcanza casi los doscientos metros de altura, y el segundo más grande después de La Meca, ya que en su sala de oración pueden reunirse hasta 25.000 personas.
Empezó a construirse en 1985 y se finalizó ocho años más tarde, llegando a trabajar en ella unos 35.000 artesanos marroquíes, utilizando todas las técnicas decorativas tradicionales. Además tiene una sala de abluciones con cuarenta y una fuentes, dos hammanes...
A mediodía los italianos han parado a comer porque tenían pensión completa y los españoles nos hemos ido a dar una vuelta por la playa y a tomar algo en los chiringuitos.
La Kashba udaya está rodeada de murallas de la época almohade. Se accede ella a través de la Puerta Bab Oudaya, típica puerta militar de la arquitectura almohade del s. XII.
Pegada a la kashba se encuentra la medina, dónde están los zocos de la ciudad. Sorprenden sus callejuelas blancas con zócalos azules y puertas de colores. Me recuerdan a las islas griegas.
La medina incluye el Jardín Andaluz, de estilo morisco y creado a principios del s. XX. Estaba lleno de gente, familias enteras y niños correteando por sus senderos al atardecer.
Este jardín se llama así por estar junto a la muralla de los Andaluces, levantada en el s. XVII por los moriscos expulsados de Andalucía que se instalaron en la medina.
Hemos parado a tomar un té en un café muy típico instalado en un mirador con vistas a la muralla y el río y a Salé, la ciudad que está enfrente de Rabat.
Posteriormente hemos ido al recinto del Palacio Real pero, como en Casablanca, sólo hemos podido ver los edificios por fuera.
Para terminar, el Mausoleo de Mohamed V que estaba absolutamente abarrotado de gente. Pero dentro de lo que cabe hemos tenido la suerte de que, como ya era tarde, no han tardado en cerrarlo y entonces se ha quedado vacío el recinto y las fotografías lo han agradecido.
Allí cerca también estaba la Mezquita de Hassan, inacabada y cuya torre recuerda a la de la Giralda.
El hotel de hoy es peor. Sigue siendo de cinco estrellas pero es francamente malo. La habitación tiene los muebles de aglomerado, viejos y con la madera levantada, y el suelo de parqué sintético que en algunas zonas ha debido tener humedad y está abarquillado. El baño no es mucho mejor, con cortinilla y muy obsoleto. Al menos tiene wifi gratis...
Mañana da lluvia, una pena porque hoy ha hecho un día perfecto, incluso caluroso.Ya veremos cómo se nos da.
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