domingo, 15 de enero de 2017

Filipinas. Manila: Procesión del Santo Niño y Farmers Market

La celebración en Filipinas de la festividad del Santo Niño es el tercer domingo de Enero y por todo el país se celebran procesiones, algunas de ellas muy pintorescas. Se trata de una de las tradiciones católicas más antiguas del pueblo filipino.




La más famosa es el Sinulog de Cebú, a donde llegó Magallanes en 1521 con una imagen del Santo Niño.  El rey de Cebú, Rajah Humabon se bautizó junto a la reina, que recibió el nombre cristiano de Juana, y otros 800 filipinos. La tradición cuenta que la reina al recibir la imagen bailó de alegría y ese sería el origen de los bailes y celebraciones.



Nosotros estábamos desayunando cuando oímos la música y salimos a la calle para ver qué es lo que pasaba. Era una pequeña procesión de barrio pero resultaba curiosa.


Por la mañana hemos ido a un mercado. En las cercanías ya se notaba por el olor,  aún así he tenido que preguntar varias veces desde la estación de tren porque no encontrábamos el acceso. Por cierto, que en las estaciones tienen un área separada con vagones sólo para mujeres.


Farmers Market es del tipo de mercado cubierto que tiene separado por áreas las distintos productos. Entramos por la zona de los pescados, muchos de ellos vivos en grandes bolsas de plástico con agua. Aún así el olor era muy fuerte y se me estaba revolviendo el estómago cuando pasamos a la zona de frutas y verduras, la más bonita por el colorido y la variedad sobre todo de frutas.


La zona de las carnes tenía predominancia de cerdo pero estaba mucho más limpia de lo que yo podía esperar. Desde luego no había ni una mosca, algo que me extrañó por el tremendo calor que hacia. A lo mejor es que a las moscas no les gusta la humedad. Se veían, además de las típicas piezas de carne, muchos embutidos colgados.


También había una zona de encurtidos y salazones y otra de huevos, donde había unos huevos morados, nos dijeron que de pato, que se venden cocidos y muy salados y tintados de ese color para distinguirlos de los normales. No encontramos balut, un tipo de huevo fecundado típico de Filipinas que se vende cocido y en el que come el pollito mezclado con el huevo.


Lo cierto es que Farmes Market me sorprendió para bien, esperaba que fuera más sucio y caótico, porque toda la gente a la que preguntábamos por el mercado nos miraba con cara rara y decía que cómo íbamos a ir allí, que fuéramos a uno de los modernos centros comerciales (mall) de la ciudad. No entendían que son iguales en todos los países, con las mismas marcas y las mismas tiendas y no es eso lo que buscábamos, sino lo propio de los filipinos.


Al salir hemos entrado en un bar a tomarnos una cerveza y hemos pedido lo que creíamos que sería una típica de Filipinas. Hemos metido la pata hasta dentro.

Resulta que la cerveza nacional es la "San Miguel" y lo que hemos pedido nosotros ha sido un mejunje americano, Mug Root Beer, en el que el sabor predominante era a alcanfor.

Si, igualito que esas bolas para las polillas que metían las abuelas en los armarios y que hacían que toda la ropa apestase.

Ni que decir tiene que después de probarlo nos hemos pedido unas buenas cervezas de las de verdad, de las de toda la vida, para olvidarnos de ese experimento.

Por cierto, aunque la San Miguel hoy sea española, la empresa fue fundada en Manila en 1890 por un grupo de españoles. Pero la marca quería establecerse en España. Así en 1954 el grupo volvió a España, transportando las levaduras asiáticas en un viaje en barco que duró 45 días. En 1957 se firmó el Acuerdo de Manila y nació la San Miguel española, independiente de la sociedad filipina. Y hasta aquí la explicación de que en todo el país se beba una cerveza que creíamos que era nuestra.



Por la tarde estábamos invitados a una fiesta en la que se sirvieron comidas típicas. No recuerdo el nombre de la mayor parte de ellas. La estrella era el "lechón", un cerdo de unos 50 kilos asado entero en una especie de espetón. Quise hacerle unas fotos, pero no llegué a tiempo...

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