Nuestro avión ha salido de Hue con un retraso de tres horas. Por lo menos estábamos avisados y no hemos tenido que madrugar.
Desde la ventanilla del avión podía verse la zona del lago Lap An, la barra de tierra que lo separa del mar, su abertura y el largo puente que cruzamos hace dos días.
Así que hemos llegado a la antigua Saigón, hoy Ho Chi Min City, a mediodía, con lo cual directamente a comer. Hoy ya ha tocado comida normal, o sea, ensalada césar y filete.
Desde el primer momento se notan las diferencias con Hanoi. Su historia es menos rica y tiene pocos monumentos al nivel de los de la capital, pero es una ciudad mucho más abierta y cosmopolita. Y aunque no tenga hermosos templos y pagodas, cuenta con importantes vestigios de la época colonial francesa.
Desde la ventanilla del avión podía verse la zona del lago Lap An, la barra de tierra que lo separa del mar, su abertura y el largo puente que cruzamos hace dos días.
Así que hemos llegado a la antigua Saigón, hoy Ho Chi Min City, a mediodía, con lo cual directamente a comer. Hoy ya ha tocado comida normal, o sea, ensalada césar y filete.
Desde el primer momento se notan las diferencias con Hanoi. Su historia es menos rica y tiene pocos monumentos al nivel de los de la capital, pero es una ciudad mucho más abierta y cosmopolita. Y aunque no tenga hermosos templos y pagodas, cuenta con importantes vestigios de la época colonial francesa.
Por la tarde hemos ido a ver el Palacio de la Reunificación, un edificio construido en 1966 sobre las ruinas del antiguo palacio que construyeron los franceses y que fue bombardeado en el fallido intento de golpe de estado de 1962.
El nuevo palacio se ideó siguiendo las normas del Feng Sui e integrando las formas de los caracteres chinos que corresponden a la educación, la buena fortuna y la consistencia en la planta. La fachada se inspira en el bambú.
Se puede ir por libre, pero la visita guiada es gratuita. En la primera planta se pueden ver la Sala del Gabinete, el comedor y la Sala de conferencias. En la tercera planta hay un casino y un cine.
En la segunda planta está el despacho del presidente, comunicado mediante pasadizos con el búnker del sótano. También está la sala de presentación de credenciales, donde el presidente recibía a los embajadores.
La terraza tiene un helipuerto, con helicóptero incluido y buenas vistas de los jardines del palacio y de los alrededores.
Lo más original seguramente es el laberinto de pasillos y cuartos de hormigón del búnker del sótano, con mapas, aparatos electrónicos y de telefonía que parecen sacados de una película de los años 60 o 70. Finalmente en la planta baja enseñan la cocina, con sus woks y sus "robots de cocina" y fregaderos de acero inoxidable.
La Catedral de Notre Dame está en el extremo norte de la antigua calle Catinat de los franceses, hoy bautizada como Dong Khoi, y alza sus campanarios gemelos de 56 metros de altitud en la Plaza de París. Estaba cerrada, así que nos conformamos con verla por fuera.
La Oficina Central de Correos es de finales del siglo XIX y es un diseño de la empresa de Eiffel que recuerda a una estación de trenes. El interior está presidido por un gran retrato de Ho Chi Minh
Al ir al hotel ha hacer el chek-in nos han dicho que nuestra reserva estaba anulada. Así sin más, y por mucho que hemos insistido, ya que además ya estaba pagado, lo único que conseguimos fue que nos llevaran a otro, mejor situado pero más viejo...
Con tanto jaleo, cuando llegamos al nuevo hotel ya era tarde y ya no hemos salido a ver el mercado nocturno que teníamos cerca. Con suerte, mañana o pasado iremos.
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