Como nuestro vuelo no sale hasta las 19:30 de la tarde hemos podido aprovechar la mañana para conocer algo más del centro de Saigón. Primero hemos querido conocer un templo en esta ciudad. Aquí no hay edificios tan antiguos como en Hanoi o en otras partes del país. Pero nos pareció interesante ver la Pagoda del Emperador de Jade. Quizás el más famoso de Saigón.
Como estaba un poco lejos del hotel, a unos 3 km, paramos un taxi sin saber muy bien lo que nos iba a cobrar. Nos habían dicho que eran baratos y que cogiéramos los verdes que eran los mejores. Pero la carrera no llegó a los 2 € al cambio. A mí me pareció tan tirado de precio que es que dudaba si se habría confundido el taxista. Así que hasta le dejamos propina al pobre.
El templo no es tan espectacular ni tan grande como otros que hemos visto en otras ciudades del país. Está medio escondido en una callejuela y se compone de varios anexos. Hay un edificio principal y luego dos laterales unidos por unos pasillos bastante estrechos. Fue construido por la comunidad cantonesa en 1909. Es un templo taoísta que cuenta con las mejores tallas de madera de la ciudad.
Y en el lado de la derecha además hay una escalera que permite subir a otro templito un poquito más arriba y a una terraza desde la que se pueden contemplar los tejados con remates de colores y tejas esmaltadas en verde.
Es muy curioso el templo de las mujeres. Está a la izquierda del salón principal y hay muchas mujeres, acompañadas de sus maridos, rezando para pedir fertilidad a Kinh Hoa.
En ningún otro templo hemos visto tantos fieles y tan pocos turistas, lo cual le daba un aire mucho más auténtico.
A la vuelta hemos cogido otro taxi hasta la Catedral de Notre Dame. Allí, en la Plaza de París o Cong xa Paris, hemos entrado en una cafetería bastante cara para los estándares vietnamitas y nos hemos tomado unos granizados mientras decidíamos que hacer.
Finalmente hemos dado una vuelta por la plaza y cuando ha empezado la tromba de agua de las 2 de la tarde nos hemos refugiado en un McDonalds cercano.
Como estaba un poco lejos del hotel, a unos 3 km, paramos un taxi sin saber muy bien lo que nos iba a cobrar. Nos habían dicho que eran baratos y que cogiéramos los verdes que eran los mejores. Pero la carrera no llegó a los 2 € al cambio. A mí me pareció tan tirado de precio que es que dudaba si se habría confundido el taxista. Así que hasta le dejamos propina al pobre.
El templo no es tan espectacular ni tan grande como otros que hemos visto en otras ciudades del país. Está medio escondido en una callejuela y se compone de varios anexos. Hay un edificio principal y luego dos laterales unidos por unos pasillos bastante estrechos. Fue construido por la comunidad cantonesa en 1909. Es un templo taoísta que cuenta con las mejores tallas de madera de la ciudad.
Y en el lado de la derecha además hay una escalera que permite subir a otro templito un poquito más arriba y a una terraza desde la que se pueden contemplar los tejados con remates de colores y tejas esmaltadas en verde.
Es muy curioso el templo de las mujeres. Está a la izquierda del salón principal y hay muchas mujeres, acompañadas de sus maridos, rezando para pedir fertilidad a Kinh Hoa.
En ningún otro templo hemos visto tantos fieles y tan pocos turistas, lo cual le daba un aire mucho más auténtico.
A la vuelta hemos cogido otro taxi hasta la Catedral de Notre Dame. Allí, en la Plaza de París o Cong xa Paris, hemos entrado en una cafetería bastante cara para los estándares vietnamitas y nos hemos tomado unos granizados mientras decidíamos que hacer.
Finalmente hemos dado una vuelta por la plaza y cuando ha empezado la tromba de agua de las 2 de la tarde nos hemos refugiado en un McDonalds cercano.
Cuando, al poco rato, ha escampado, hemos decidido dar un paseo por la antigua calle Catinat de los franceses hasta el puerto. Hoy ha cambiado su nombre y se llama Dong Khoi. Pero todavía conserva muchos vestigios de la época colonial, el antiguo ayuntamiento, el teatro, los hoteles ...
Girando a la derecha por Le Thanh Ton está el antiguo Hotel de la Ville del período colonial, hoy sede del Comité Popular. Volvimos a Dong Khoi hasta la plaza Lam Son, donde están los hoteles más famosos, el Continental y el Caravelle y en el medio el Teatro de la Ópera. En el Continental, por ejemplo, se alojaron Graham Green y Somerset Maugham.
Ha sido un agradable paseo a pesar de el tráfico y de que de vez en cuando llovía otro poquito. Más adelante encontramos a la derecha otra leyenda de Saigón: el Maxim's Nam An. Y ya al final de la calle, el Hotel Majestic.
Cuando hemos terminado hemos vuelto a nuestro hotel, que estaba muy cerca, y hemos esperado el transporte al aeropuerto. Casi 8 horas hasta Doha y casi otras 8 hasta Madrid. Es lo peor de los viajes...
Ha sido un agradable paseo a pesar de el tráfico y de que de vez en cuando llovía otro poquito. Más adelante encontramos a la derecha otra leyenda de Saigón: el Maxim's Nam An. Y ya al final de la calle, el Hotel Majestic.
Cuando hemos terminado hemos vuelto a nuestro hotel, que estaba muy cerca, y hemos esperado el transporte al aeropuerto. Casi 8 horas hasta Doha y casi otras 8 hasta Madrid. Es lo peor de los viajes...
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