domingo, 9 de agosto de 2015

Bine ați venit în România! (Bienvenido a Rumanía)

Hemos llegado a Bucarest, la capital de Rumanía, a las cinco de la tarde. A la salida del aeropuerto ya estaban esperándonos para hacer el traslado hacia el hotel, muy céntrico y bastante curioso para ser un tres estrellas. La única pega qué le pondría es la limpieza y el olor a desagüe que sale a veces del baño.


Nada más llegar me he tirado en la cama con los pies en alto porque tras el viaje en avión y las tres horas previas de autobús, con el calor que hace se me habían hinchado los tobillos.



Pero no podíamos desperdiciar la tarde y hemos ido dando un paseo por la orilla del río. Hay bonitos edificios neoclásicos, me ha recordado que a Bucarest la llamaban la pequeña París y, salvando las distancias, si se molestaran en restaurar y cuidar las casas tienen algo de razón. Tras pasar por delante del enorme Palacio de Justicia hemos cruzado el rio para refrescarnos en una terraza.


Wikipedia, dibujo de 1841 de la posada Hanul lui Manuc
Así llegamos a Hanul lui Manuc, una posada que data del siglo XVIII cuando el comerciante Manuc ei Mirzaian la construyó sobre las ruinas de lo que habían sido los palacios de los Voivodas.


Es un enorme edificio de madera con un gran patio central rodeado de balcones, situado en la calle Franceza, frente a la Piata Sfantui Antón, que hoy en día, y tras una restauración, sigue con su actividad como restaurante y posada. Además, ha sido testigo de excepción de varios acontecimientos importantes de la historia de Rumanía, como las conversaciones preliminares que llevaron a la firma en 1812 del Tratado de Paz de Bucarest, que ponía fin a la guerra ruso-turca.


La terraza, situada en el patio, es enorme y muy animada, incluso con actuaciones musicales en directo. Allí hemos tomado nuestra primera Ursus black, una cerveza negra rumana que está muy buena.


En la misma Calea Franceza pueden contemplarse los restos de Curtea Veche, una ciudadela mandada construir por Vlad Dracul en el siglo XV para defender la ciudad y que fue ampliada en el siglo XVIII por Constantin Brancoveanu.


La Calea Franceza es peatonal y está llena de bares y terrazas en los bajos de los edificios de arquitectura neoclásica, que conformarían un conjunto bellísimo si no fuera porque están muy deteriorados, algunos casi abandonados. Pero los bares y restaurantes son muy modernos, algunos de diseño, y el ambiente para tomar algo en una terraza al aire libre es muy bueno.

Wikipedia. Me quedé sin batería en la cámara. :(
Salimos a la Calea Victoriei, con importantes edificios históricos como el Muzeul National de Istorie a Romaniei, en el impresionante Palatul Postelor o Palacio de Correos, un edificio histórico de finales del XIX en el que se encuentra el Tesoro Nacional Rumano.


O, justo enfrente,  el Palatul Casei de Economii si Consemniatiuni, el palacio CEC, de 1896, con tres cúpulas y columnas corintias que sujetan el gran arco de la fachada.

Hemos regresado pronto al hotel, yo la pasada noche apenas he dormido tres o cuatro horas. Mañana no madrugamos mucho así que hay que descansar. Espero que la cama sea cómoda a pesar de que la sabana no llega ni a los bordes del colchón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No pensaba que fuera tan bonita România.
" Wikipedia. Me quedé sin batería en la cámara. :( " ...qué graciosa! :-))))

Unknown dijo...

Hace poco pasé por allí e quise robar del Banco Nacional un trozo de viña y plantarlo en España.
Me alegra que os ha gustado.