lunes, 8 de octubre de 2018

Puente la Reina

De camino al Pirineo Aragonés hicimos solo una parada y fue a la hora de comer. Siempre me paso de horas conduciendo, así que aprovechamos para estirar las piernas y conocer este precioso pueblo del Camino de Santiago, fundado en 1.122 por el rey Alfonso el Batallador


Fuimos a un restaurante muy concurrido, tanto que, a pesar de ser un lunes de octubre, sin reserva no había mesa. Al final nos buscaron hueco a condición de que hubiésemos terminado antes de las tres. Con hora y media para comer teníamos más que suficiente. Y mereció la pena. Un menú de 12€, un precio increíble por la calidad y cantidad de los platos. Así, tras terminar con un café bien cargadito para no dormirme al volante, y cumpliendo el horario, salimos a dar un paseo por el pueblo.



Primero nos dirigimos al famoso puente medieval que da nombre a la villa, Puente la Reina. Es un puente románico, uno de los más bonitos del Camino y cuenta con siete arcos de medio punto que se reflejaban en las aguas tranquilas del río Arga. 




Cruzamos por él y entramos a través del arco de la Puerta del Puente o de las Carnicerías en la zona más antigua, construida en torno a la Calle Mayor, que está flanqueada por casonas y palacios que compiten mostrando sus escudos y blasones. 




Atravesamos la plaza y llegamos a la Iglesia de Santiago, con una preciosa portada románica, aunque la iglesia se amplió en el s. XVI y la torre y el claustro son del XVIII.




Seguimos paseando por la parte vieja hasta salir por el lugar que ocuparía la puerta de Suso o del Reloj, destruida en 1800, y que era por donde entraban los peregrinos, y ya volvimos al coche, que nos quedaba un buen trecho hasta Torla.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me gustan mucho tus correrías . Gracias. besos

Cdeiscar dijo...

💕