domingo, 13 de agosto de 2017

Letonia: Riga, primer día.

Hoy vamos a conocer la capital de Letonia, Riga. Es una cuidad de unos 700.000 habitantes a la orilla del rio Daugava y a pocos kilómetros del mar Báltico. Su centro histórico y sus edificios Art Nouveau son Patrimonio de la Humanidad.


A pocos metros del hotel se encuentra el Parlamento y casi pegada a él, la Catedral católica de Santiago, que estaba llena de andamios. Por dentro es muy sencilla y no quise hacer fotos para no molestar porque estaban en misa.
Se construyó en el siglo XII y en el XVI pasó a ser luterana. Así unas cuantas veces hasta que, desde 1923, volvió a ser católica.




Saliendo, a la izquierda en la calle Maza Pils, están los Tres Hermanos. Se trata de tres casas que se construyeron en épocas diferentes pero que forman el conjunto más conocido de Riga.
La primera cronológicamente es la situada en el número 17, es del siglo XV, su fachada está escalonada y es la más antigua de la ciudad. En el 19 está la casa del siglo XVII, de estilo manierista y en el 21 la más pequeña, de finales del XVII y estilo barroco.


Seguimos paseando por el centro y llegamos a la Casa de los Gatos, en Meistaru iela, una de las más famosas de la ciudad. Es de principios del siglo XX y se llama así por tener dos gatos negros en el tejado, se dice que como burla del dueño a los mercaderes alemanes que no lo habían admitido en el gremio.


Un poco más adelante está la Torre de la Pólvora, una de las doce torres que tenía la antigua muralla. Se construyó en el siglo XIV, aunque su aspecto actual es el de una reforma que sufrió en el XVII. Tiene 25 metros de altura y en ella está el Museo de la Guerra.


Y llegamos a la Catedral Luterana, del siglo XIII originariamente y que guarda en su interior un órgano del siglo XIX que en el momento de su construcción era el mayor del mundo. Hay conciertos todos los días y la entrada es bastante asequible.


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Unas calles más y llegamos a la Plaza del Ayuntamiento, donde está la famosa Casa de los Cabezas Negras, construida el el XIV para albergar a la sociedad de comerciantes solteros. Tras ser destruida en la II Guerra Mundial, se reconstruyó en los años 90 pero en la actualidad su fachada estaba llena de andamios.



Detrás de la Plaza del Ayuntamiento está la Iglesia de San Pedro. Es una de las más famosas de Riga, sobre todo por su campanario octogonal del siglo XV.  El resto de la iglesia tuvo que ser reconstruido tras la II Guerra Mundial y no fue abierta hasta la década de los 90.



En los alrededores de San Pedro había un mercadillo de artesanía, muy colorido, dónde muchas mujeres vendían prendas hechas a mano: calcetines, gorros, bufandas... o collares y mucha bisutería, sobre todo de ámbar.



Antes de comer todavía nos ha dado tiempo de ir hasta las calles que concentran el mayor conjunto de arquitectura Art Decó del mundo, ya que entre 1899 y 1914, en apenas 15 años, se erigieron más de 700 edificios en este estilo.



Empezamos por Elizabetes iela, una calle amplia, lujosa y tranquila por la que da gusto pasear. Y llegamos a Alberta iela, cuyas casas más espectaculares fueron las diseñadas por Mijail Eisenstein, el padre del famoso director de cine Serguéi Eisenstein, cuya película El acorazado Potemkin es considerada una de las mejores de todos los tiempos.




En total construyó 19 edificios, la mayor parte de ellos en el estilo también llamado Jujendstil, y sus fachadas se caracterizan por una decoración recargada y llena de figuras y símbolos. Otros arquitectos de este estilo fueron Mandelstams y Peksens.



Por la tarde fuimos al Museo Etnológico de Riga, situado a las afueras de la ciudad, en un bosque junto al lago Jugla. Es fácil llegar desde el centro en autobús, con la línea 1 y el precio de la entrada normal de adulto es de 4€.





El museo se fundó en 1924 y hoy tiene 87 has. de extensión y muestra el modo de vida, las casas y los oficios del campo letón desde el siglo XVII hasta los años 30 del siglo XX.



Es casi imposible no perderse a pesar de llevar el mapa, pero hay que dejarse llevar un poco y no tener prisa. Pueden verse granjas, casas de pescadores, molinos de viento, graneros, saunas, talleres con recreaciones en vivo...



Regresamos al centro y vimos el Castillo de Riga desde fuera. Alberga la oficina del Presidente de la República y del Jefe de Estado. Fue construido en el siglo XIV por los Caballeros de la Espada para proteger la ciudad y tras muchas reformas su parte más antigua es la torre redonda fortificada.


Después nos sentamos a descansar y tomar algo en una agradable terraza en la plaza de la Catedral, cerca de nuestro hotel, al que volvimos paseando.


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