miércoles, 16 de agosto de 2017

Suecia: Estocolmo, Museo Vasa y Museo Histórico.

Estocolmo hoy ha amanecido lluvioso, así que hemos pensado que lo mejor era tomárnoslo con calma y dedicar el dia a dos museos que no queríamos perdernos: el Vasamuseet y el Historiska Museet.


El Museo Vasa o Vasamuseet se encuentra en la isla de Djurgarden, dedicada antiguamente a reserva de caza para la realeza y hoy área de recreo y ocio, con jardines e importantes museos. La entrada al museo cuesta 130 coronas suecas.


La verdad es que la vista del enorme barco es impactante. Pero primero hemos visto un audiovisual que cuenta un poco la historia de cómo se fabricó, se votó, se hundió, y por fin se rescató el barco. Es en sueco con subtítulos en inglés, pero incluso para gente que no sepa ninguno de estos dos idiomas el documental es interesante y se entiende bastante bien. 



Después hemos pasado por las diferentes plantas en las que se articula el Museo, siempre alrededor del barco y en forma de terrazas. Se muestran objetos que se encontraron en el interior y hay explicaciones de cómo era la vida de la época en la que se hundió el barco. Es bastante interesante y merece la pena hacer una visita calmada. 



Dentro de lo que se pueda, porque hay muchísimos turistas y muchos grupos, de esos que te arrollan en cuanto te descuidas. Después hemos pasado la cafetería del museo para tomar algo y decidir qué hacer porque seguía lloviendo bastante.



Y nos ha parecido buena la idea de ir al Historiska Museet para ver la interesante colección que tienen de joyería y orfebrería vikinga. Está en el barrio de Ostermalm y su origen está en las colecciones reales de objetos antiguos.






Tienen otras exposiciones pero la zona de los vikingos es la que más gente hay. En especial en la Habitación Dorada, situada bajo una bóveda excavada debajo el patio central y en la que se exhiben más de 3.000 objetos de oro y plata, en total más de 52 kg de oro y 200 kg de plata.





La colección Vikingos abarca objetos de entre los años 800 y 1050. Hay arte religioso, armas, maquetas de barcos y poblados... Todo lo que nos puede hacer imaginar cómo sería la vida cotidiana durante ese período en la cultura vikinga.




En el patio del museo también hay actividades para niños, con personas vestidas a la antigua usanza. Los enseñan por ejemplo a hacer tortitas o a tirar con arco. Incluso había niños hacían haciendo tiro de cuerda de soga. Mientras estábamos allí ha dejado de llover.



En la cercana plaza Karlaplan hay un pequeño y tranquilo parque con una fuente y un estanque en el medio. Un oasis en medio del tráfico para descansar en uno de los bancos. Los fines de semana hay un mercadillo.


Para terminar fuimos la pastelería Tossebageriet, una histórica en la ciudad y que es proveedora de la Casa Real Sueca. Así, por ejemplo, fueron ellos los que elaboraron la tarta de la boda de la princesa. También es famosa su última creación: la semmelwrapen, crema y almendra envuelta en una fina masa de harina de trigo. Pero yo he tomado un batido de frutas del bosque y un trozo de tarta. Aunque no es barato creo que ha merecido la pena.

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