Empezamos el día yendo hasta la famosa Lombard Street, tomada por los turistas chinos y los macizos de hortensias hasta el punto de no poder hacer una foto en que se vieran las famosas curvas en las que Steve Macqueen rodó una de las persecuciones en coche más famosas de la historia del cine en "Bullit". También esta calle es protagonista en otras películas como "Vértigo" de Hitchcock, Harry el Fuerte de Eastwood... Debe ser que o la toma es aérea o no hay manera.
Seguidamente nos dirigimos al barrio de Haight Ashbury en autobús y con un transbordo, pero sin problemas. Éste barrio, llamado así por la intersección entre las calles Haight y Ashbury, es conocido porque aquí se originó el movimiento hippie de la ciudad en los años 60.
A finales del siglo XIX y principios del XX comenzaron a construirse aquí residencias de clase media-alta que se conservan hoy día porque fue de las pocas zonas que se libraron de los incendios posteriores al terremoto de 1906.
Pero en los años 50 el barrio estaba en decadencia y las mansiones victorianas se dividieron en apartamentos para trabajadores o casas de huéspedes y los antiguos residentes se cambiaron a nuevos barrios, dejando muchas casas vacías.
Las preciosas casas de madera victorianas se convirtieron en refugio de hippies en los años 60. La fama de la zona fue subiendo y se consolido una comunidad basada en los ideales de la contracultura, las drogas y la música. En esta zona vivieron músicos como Janis Joplin, Jefferson Airplane o Grateful Dead.
Hoy día es una zona alternativa, llena de lugares donde se hacen tatuajes o piercings, tiendas diferentes, de segunda mano o de artesanía y con muchos personajes curiosos y mendigos por las calles. Y las coloridas casas de madera victorianas han sido restauradas y lucen en todo su esplendor. Para mi gusto, muchas de ellas no tienen nada que envidiar a las famosas Painted Ladies.
Después de entrar en algunas tiendas a curiosear y tomarnos un café en una cafetería con aire vintage, nos fuimos paseando precisamente hacia Álamo Square, la plaza donde se encuentran las Painted Ladies. Se trata de siete casas de madera pintadas de colores y de estilo victoriano que tienen de fondo los rascacielos del distrito financiero.
Nos sentamos en un banco del parque a comernos un sandwich y la comida fue amenizada por un muchacho que se sentó al lado con su guitarra y que estuvo tocando y cantando realmente bien.
Seguimos andando hasta el War Memorial Opera House y el impresionante City Hall, el ayuntamiento, que me recordó por su estilo a la Casa Blanca.
Aquí de nuevo un bus hasta el hotel y después de descansar un ratito pensamos en probar suerte de nuevo con el Golden Gate. No tenia pinta de haber levantado la niebla en esa zona, pero por intentarlo no iba a quedar. Y efectivamente, la niebla seguía allí y además unos cuantos grados menos de temperatura. Parece mentira lo que puede variar el tiempo de una zona a otra de esta ciudad.