jueves, 21 de julio de 2016

USA: Seligman y Grand Canyon National Park

Salimos a las ocho de la mañana de Laughlin, en la orilla del río Colorado,  hacia Tusayan, cerca del Parque Nacional del Gran Cañón. 
Dejamos del estado de Nevada y entramos en Arizona. Hopis, Navajos y otras tribus indigenas todavía viven aquí en sus reservas. Millones de años de erosión del viento, agua, lluvia y hielo forman cañones como el del Colorado, el Bryce Canyon, el Antelope Canyon o Monument Valley. Esta región es una de las menos pobladas pero también es una de las que mayor concentración de parques nacionales posee.



Antes de llegar al Gran Cañón paramos en el pueblo de Seligman, en Arizona, famoso por estar en la Ruta 66. Está  ambientado en la época de mayor esplendor de la mítica ruta y tiene moteles, restaurantes o tiendas de recuerdos con toda clase de objetos con un denominador común: la Ruta 66.



Seligman era un típico pueblo del oeste americano que fue fundado en 1866 en el antiguo territorio de la tribu Havasupai. En un principio el pueblo se llamó "Prescott Junction" por estar localizado en la parada de ferrocarril de la linea de Santa Fé, en el cruce con la línea de Prescott. Posteriormente cambió su nombre al actual en honor a un banquero de New York que ayudó a financiar las líneas de ferrocarril de la zona.




En la película de Pixar "Cars", la ciudad de "Radiador Springs" está basada en Seligman. Durante la investigación que hizo sobre la Ruta 66, John Lasseter, director y guionista, se reunió con el barbero de Seligman, Angel Delgadillo, que le contó como decayó el pueblo tras la apertura de la interestatal 40, que pasa a unos kilómetros de distancia.




Pasado este pueblo el paisaje cambia radicalmente y pasa de ser casi desértico a los bosques, sobre todo de pinos, que tapizan las montañas dándoles su color verde brillante. Aquí está Kaibab National Forest.


En Tusayan hemos comido algo ligero porque era pronto todavía y ya hemos entrado en Grand Canyon National Park, uno de los parques nacionales más antiguos y famosos de Estados Unidos y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1979.



Aparcamos y nos dirigimos al  Visitor Center. Nos hemos hecho con unos mapas y nos hemos enterado como funcionan los autobuses gratuitos que, dentro del parque, te acercan a cualquier sitio. La línea más interesante es la naranja, la Orange Route, que te acerca a los principales miradores sobre el cañón y pasa aproximadamente cada 10'. También es muy interesante la roja, Hermits Rest Route



Hemos empezado en Mather Point, el mirador que esta al lado del aparcamiento, y seguido hacia la izquierda, al oeste. Los miradores suelen ser espectaculares, pero en general toda la ruta lo es. Constantemente hay vistas increíbles y vamos parando a cada paso.



El siguiente mirador, a un kilómetro de distancia aproximadamente, es Yavapai y en este punto hay un pequeño museo de geología gratuito. Como aquí terminaba la ruta naranja, en lugar de volver sobre nuestros pasos hemos cogido el shuttle hasta el inicio del recorrido en Yaki Point.



Allí estábamos cuatro personas, debe ser que la mayoría de la gente no llega. Y hay unas vistas tan fantásticas como en los demás sitios, pero con mucha más tranquilidad, tanta que nos daba pena irnos.



Hemos caminado por el borde del cañón hasta un lugar solitario donde el paisaje era sobrecogedor y no se escuchaba más que el viento entre los pinos y los graznidos de los grajos.



Y de nuevo el bus naranja hasta South Kaibab Trailhead, donde empieza un sendero que recorre la parte alta del cañón y llega hasta Mather Point tras algo más de 3,5 kilómetros, pero que antes pasa por otros lugares espectaculares como Pipe Creek Vista.




Llegé al lodge muy cansada, supongo que todavía no me ha dado tiempo a recuperarme tras la operación, y tuve que descansar un buen rato en la habitación (desde la cual podía ver ciervos pastando tranquilamente) antes de salir a cenar y dar un paseo por Bright Angel Point, lugar donde comienza uno de los senderos más famosos del parque.