Después de un desayuno algo más suave que otros días hemos salido del hotel a las 9 para hacer un pequeño recorrido por la parte centro-oeste de Bali.
Nuestra primera parada ha sido el templo de Taman Ayun, en Mengwi. Al principio el cielo estaba nublado pero después ha salido el sol. Y es que si hay algo que destaca de este templo real son sus cuidados jardines, con su hierba perfecta y sus macizos de flores.
No se puede acceder al interior del templo pero se puede ver perfectamente desde fuera y dar la vuelta alrededor, con la ventaja de que no hay nadie que se pueda poner en el medio de la foto.
Seguimos hacía el norte por carreteras de montaña estrechas y sinuosas rodeadas de vegetación, arrozales, bosques, plantaciones de bambú... Atravesamos tranquilas aldeas en las que los perros están tumbados en la.carretera y ni se inmuta cuando pasa un vehículo, las mujeres llevan grandes fardos o cestas en la cabeza y los niños sonríen a los turistas.
Pasamos de largo por el lago Beratan para subir, aprovechando que ha salido el sol, hasta los lagos de Buyan y Tamblingan hasta un punto desde el cual se pueden ver los dos a la vez.
Pasamos de largo por el lago Beratan para subir, aprovechando que ha salido el sol, hasta los lagos de Buyan y Tamblingan hasta un punto desde el cual se pueden ver los dos a la vez.
Cuando bajamos al lago Beratan y al famoso templo Ulun Danu Beratan la neblina cubre las orillas y envuelve el templo con una luz lechosa que difumina los colores.
El templo es precioso pero me decepciona un poco por la gran cantidad de gente que hay. Ya en el aparcamiento nos temíamos lo peor cuando vimos varios autobuses y montones de coches. Menos mal que no dejan acceder a la gente a la parte del islote, la más fotogénica y famosa.
Ha empezado a lloviznear y nos hemos puesto en camino hacia las Terrazas de arroz de Jatiluwih, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Paramos a comer en un restaurante con vistas a los arrozales a ver si mientras tanto dejaba de llover, pero nada.
Si acaso la lluvia se ha convertido en una especie de chirimiri. Tras pagar la entrada hemos hecho un pequeño recorrido por los arrozales y vuelto a la carretera para seguir con el siguiente templo.
Y aquí he tenido una pequeña discusión con el guía que me ha dicho que era mejor ir directamente a Tanah Lot porque ya íbamos justos para ver la puesta de sol. Yo le he dicho que dejé muy claro que lo que quería ver era los templos y no los arrozales, y que en todo caso si no había tiempo nos podíamos haber ahorrado el paseo y con unas fotos desde en mirador para ver las terrazas hubiera sido suficiente.
Total, que hemos ido también a Pura Luhur Batukaru pero a toda velocidad. Aunque la verdad es que como seguía lloviendo tampoco apetecía entretenerse mucho. No se veía el volcán y estaba muy oscuro para hacer fotos.
Y ya para Tanah Lot, uno de los templos más antiguos y famosos de Bali y uno de los que más turistas atrae vara ver la puesta de sol. Aunque como nos temíamos, de sol hemos visto más bien poco.
Mientras el guía aparcaba salimos hacia el templo y al llegar al mar seguimos hacía la izquierda y cruzamos el mercadillo hacía las terrazas que hay en el acantilado y desde las cuales las vistas son muy bonitas siempre que el tiempo acompañe... Bueno, hemos hecho lo que hemos podido y aunque no hay puesta de sol pues las fotos tampoco están tan mal...
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